La vivienda social de alquiler
La respuesta para quien no puede hacer frente a los costes del mercado libre
Una vivienda de alquiler social es aquella que da respuesta a quien no puede hacer frente a los costes del mercado libre.
Es una vivienda de iniciativa pública o privada, planteada y regulada para hacerla asequible a las capas de población con ingresos medios, bajos y muy bajos. Además, disfruta de un precio estable, lo que garantiza la sostenibilidad económica, la estabilidad y la tranquilidad de las personas que residen en ella.
Podemos clasificar las viviendas sociales de alquiler en 3 grandes grupos:
Viviendas con protección pública de
Alquiler social asequible
Son aquellas que, destinadas a hogares con ingresos medios, gozan de un precio regulado máximo de 7 € por metro cuadrado útil y mes.
Son posibles gracias, entre otros, al suelo público en cesión, a la gestión sin ánimo de lucro por parte de las fundaciones y a una subvención pública al promotor.
Viviendas con protección pública de
Alquiler social
Son aquellas que, destinadas a hogares de bajos ingresos, tienen un precio máximo significativamente inferior al de mercado, de 5,5 € por metro cuadrado útil y mes.
Son posibles gracias, entre otros, al suelo público en cesión, a la gestión sin ánimo de lucro por parte de las fundaciones ya una
subvención pública al promotor más intensa.
Viviendas con protección pública de
Alquiler muy social
Son aquellas destinadas a hogares con ingresos muy bajos y, a menudo, en situación o riesgo de exclusión. Son viviendas de inclusión que ofrecen un acompañamiento y seguimiento social intenso por parte de una entidad especializada.
Requieren, para su supervivencia económica, de subvenciones para su adquisición y gestión.